La gastronomía de Venezuela es muy
variada, y es el resultado de la mezcla cultural y gastronómica procedentes de
Europa (especialmente de España, Italia, Francia, Portugal) y África (a través
de las poblaciones de esclavos llevados por los españoles) con la gastronomía
de los pueblos indígenas de Venezuela. En su conjunto ha recibido influencias
notables de la gastronomía mediterránea. Quizás el plato más conocido es la
arepa, una especie de bollo asado circular de masa de maíz que se consume
rellena con otros alimentos o se utiliza como acompañante. Otros platos muy
conocidos también son el pabellón criollo, la hallaca, el sancocho, la carne a
la parrilla, el asado negro, el mondongo, la cachapa y el pollo en brasas.
Podríamos
decir que en Venezuela hasta la segunda mitad del siglo XIX, la comida era sólo
de subsistencia. Fue después de la
Guerra de Independencia y de la Guerra Federal, cuando comienza verdaderamente
la consolidación del criollo venezolano, con su carga original de mestizaje
racial, así como de usos, costumbres, modo de ser y aportes muy diversos, que
comienza a tener su país, deja de ser ciudadano de la corona española y
comienza, de corazón y espíritu, a estar comprometido por la venezolanidad.
Pasa a ser entonces lo que, con toda propiedad, podríamos llamar el criollo
venezolano.